Caracas.- Activistas de los derechos condenaron el miércoles lo que calificaron como un estado de represión contra los organizadores de las protestas, al afirmar que el gobierno del presidente Hugo Chávez está violando el derecho de realizar manifestaciones pacíficas en el país.
Marino Alvarado, de la organización no gubernamental Provea, un destacado grupo que vela por los derechos humanos en Venezuela, expresó que más de 2.200 personas, entre ellas decenas de representantes sindicales, han sido acusados de cargos penales derivadas de su participación en protestas durante los últimos cuatro años.
La mayoría de ellos ha sido acusada de delitos menores, indicó Alvarado. Pero a algunos les han prohibido participar en futuras manifestaciones, salir de sus lugares de origen o debatir públicamente sus casos.
Otros encaran posibles penas de prisión. Catorce trabajadores que se sumaron a manifestaciones para exigir mejores condiciones de trabajo en Sidor, la mayor siderúrgica del país, se encuentran actualmente sometidos a juicio y podrían ser condenados hasta 10 años de prisión por protestar en una de las plantas que en años recientes fueron declaradas “zonas de seguridad”.
“Si el juez nos declara culpables, dirigentes sindicales en todo el país podrían ser encarcelados por organizar protestas”, dijo en una entrevista telefónica Valor, operador de maquinaria y ex representante sindical en Sidor, de 49 años.
Bajo una ley de seguridad nacional, toda persona implicada en las manifestaciones llevadas a cabo dentro de las declaradas “zonas de seguridad”, que incluye sedes gubernamentales, instalaciones petroleras, guarniciones militares y otros oficinas públicas, puede ser condenada hasta a 10 años de prisión.
Del mismo modo, una ley que garantiza el acceso a bienes y servicios castiga a las personas que impidan la producción, importación, acopio, transporte, distribución o comercialización de bienes esenciales, entre 6 a 10 años de prisión.
Ante las cada vez más frecuentes manifestaciones callejeras, la administración de Chávez está utilizando los fiscales y tribunales para intimidar a los organizadores de las protestas, acotó Alvarado a periodistas afuera de la Fiscalía General en Caracas.
“La criminalización de (las) protestas se ha convertido en una política de estado,” dijo Alvarado a la AP. “Están tratando de meter miedo, para que la gente no proteste”.
Los representantes del Gobierno no estuvieron de inmediato disponibles para comentar sobre las preocupaciones de Provea, pero éstos han desestimado denuncias semejantes en el pasado, afirmando que la administración de Chávez respeta plenamente el derecho a la protesta. (AP)(Correo del Caroní, http://www.correodelcaroni.com/content/view/132577/115/)
Blog de la Campaña por la defensa a la protesta social, realizada por organizaciones de trabajadores y trabajadores, grupos de derechos humanos y organizaciones sociales venezolanas
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